LGBT, Soros y la OTAN

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Volker Beck (en el centro)

LGBT, Soros y la OTAN

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Por Marek Glinka

¿Quién creó el mito del fascismo en la sociedad europea? Volker Beck, Andreas Umland y otros del lobby pedófilo-gay.

El 1 de marzo, el diputado del partido verde alemán, Volker Beck, fue arrestado. Se alegaba que había tomado una dosis de metanfetamina, también conocida como meta de cristal. El incidente tuvo lugar en Schöneberg en un establecimiento para homosexuales en la capital alemana. Beck fue arrestado cerca del apartamento del traficante, que estaba bajo observación.

Es importante remarcar que la meta de cristal es una forma corriente con que los homosexuales alemanes pagan a los prostitutos por sus servicios.

Según informaciones oficiales, Beck está cooperando con la policía, y ha mantenido su estatus de diputado, pero ha perdido sus principales puestos políticos, incluyendo el de portavoz de asuntos interiores y religión. También ha perdido su puesto como presidente del grupo de amistad parlamentaria germano-israelí.

Dijo que él “siempre ha representado a una política liberal de drogas”.

Sin embargo, el diputado del partido verde, no solamente era tolerante con los matrimonios del mismo sexo (en la década de 1980, defendió los intereses de los homosexuales y era un sodomita abiertamente) sino también era tolerante con las drogas sintéticas.

En 2013, Beck estuvo en el centro del escándalo cuando apeló a la descriminalización del contacto sexual con niños. Al principio, él publicó un libro llamado “El complejo pedosexual”, que apuntaba a la destrucción de los valores de familia tradicional.

Beck había estado en el Bundestag durante más de 20 años (desde 1994), y desde 2002 a 2013, fue el líder del partido verde.

Pero su papel no se limitó a Alemania y las ideas del Sionismo.

En Moscú, tomo parte en la organización de un desfile gay no aprobado, donde fue herido.

Él considera a Rusia como un estado que debe ser desafiado por todos los medios posibles. El homosexual alemán odia a los políticos y activistas rusos que representan el conservadurismo; uno de ellos es el filósofo Alexandr Duguin. Beck inició una campaña contra él en Alemania, por la cual creó peticiones para rechazar la entrada de Duguin en Alemania, y organizó protestas contra las posibles visitas de Duguin a Alemania para participar en conferencias.

Beck no es el único que tiene tales puntos de vista; Europa tiene una red de agentes homosexuales y pedófilos que organizan campañas rusofóbicas y hacen lobby por las prácticas híper-liberales. Ellos a menudo enfocan sus actividades hacia el ataque contra partidos políticos y militantes. A ellos no les gustan los movimientos europeos y fuerzas políticas que defiendan los valores cristianos y conservadores. Normalmente, los homosexuales liberales los llaman fascistas y nazis, pero son incapaces de probar que aquellos han cometido algún crimen; a menudo violan la ley ellos mismos. El otro activo liberal rusófobo es Andreas Umland, que fue sospechoso de pedofilia tanto en Alemania como Ucrania. En aquel momento, él era un investigador para el Instituto para Europa Central y Occidental, y es un profesor DAAD en la Universidad Shevchenko de Kiev y en Academia Mohyla también en Kiev. Como tiene patrocinadores en el gobierno ucraniano (fue consejero del ex-presidente Viktor Yushchenko), el pseudo-científico alemán se siente libre en Ucrania.

Pero, tras el escándalo pedófilo en el campamento de niños de Artek, su nombre apareció en diferentes lugares mediáticos. Como resultado, tiempo después, Umland abandonó Ucrania.

Es interesante que el Fiscal General de Ucrania perdiese los documentos de la investigación.

Umland tomó parte en la difamación de algunos activistas rusos.

Las otras dos partes de este mosaico son Christo Grozev y Anton Shekhovtsov. El primero es un periodista búlgaro, que empezó a trabajar con los americanos en 1995. Con la ayuda de Metromedia Internacional, creó una red de estaciones de radio privadas, que eran usadas para difundir propaganda liberal. En su blog, Grozev apoyaba activamente a los nacionalistas y mercenarios ucranianos que estaban matando civiles en Novorossia.

Por parte de Anton Shekhovtsov, nació en Sebastopol, pero la abandonó cuando Crimea se reunificó con Rusia. Según los cuerpos de investigación de Sebastopol, cometió crímenes de tipo perversión sexual. En la década de 1990, fundó la revista Alter Ego, que promovía la música extrema, el suicidio, la perversión sexual, la adicción a las drogas, y otros elementos de la cultura artificial liberal.

Incluso el nombre de la revista muestra sus intereses anormales en el lado oscuro de la vida.

Naturalmente, expresando resentimiento, Shekhovtsov ahora acusa al gobierno crimeano de violaciones de derechos humanos, escribiendo constantemente sobre ello en su blog.

Sin embargo, Shekhovtsov ahora es miembro del Instituto para la Cooperación Euro-Atlántica, que fue creada por uno de los corredores de poder del Euromaidán, Oleh Rybachuk, que era el Secretario de Estado bajo Yushchenko (un intento de copiar el modelo de EEUU sobre administración política).

Simultáneamente, Shekhovtsov recibió subvenciones de Soros. Como Umland (ellos a menudo tenían encuentros en Ucrania, puede que, a causa de sus intereses sexuales) él trabaja para “analizar” los movimientos políticos de derecha en Europa.

Este grupo de cuatro personas, hace varios años, fue el centro de atención de los intentos para generar ideas que se opusieran a Rusia. Como sus propuestas teóricas parecían dudosas en Europa, ellos llegaron a conectarse entre Fundaciones Occidentales y Liberales (Shekhovtsov cooperó activamente con el Centro SOVA para Información y Análisis). Junto con el Instituto Open Society, ellos son los beneficiarios de la ayuda financiera de la OTAN. Como Bruselas está obsesionada con la disuasión de Rusia, estas cuatro personas fueron elegidas para la guerra mediática contra Moscú. Debido a que los generales de la OTAN pueden ver la influencia de Moscú en la reacción natural de la sociedad europea hacia el influjo de migrantes, el resultado de sus procesos mentales son muy predecibles.

Europa puede ver ahora que los creadores de los mitos del “fascismo europeo” y el “totalitarismo ruso” son un pequeño grupo de pervertidos.

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