El racismo, una ideología moderna – Carlos Caballero Jurado

Ensayo imprescindible de este gran pensador, autor también de un documento sobre el nacionalismo igualmente publicado aquí en el blog (Nacionalismo). Ambos ensayos están interrelacionados.

Caballero denuncia al racismo biológico y cientificista desarrollado en el siglo XIX, y postulado (entre otros autores) por Gobineau, Chamberlain, y más tarde por Rosenberg; como una consecuencia directa del positivismo ilustrado. En el Estado Español, sin ir más lejos, tuvimos al racista supremacista vasco Sabino Arana, fundador del  PNV. (Nacionalismo vasco chauvinista, clerical y burgués – es decir, la versión vasca del nacionalismo españolista rancio-franquista, ultraderecha reaccionaria pura y dura)

Los textos de Arana ensalzando al bizkaíno y resaltando la mezquindad e inferioridad intrínseca de los «maketos» no tiene nada que envidiarle a las tesis del Mein Kampf y su dicotomía «ario vs. judío». Todo ello aderezado con un integrismo católico infumable, que contradice por cierto al carácter ilustrado del racismo.

El supremacismo racial, que busca jerarquizar a las etnias bajo criterios científicos, es una perversión moderna que otorga carta blanca a determinadas naciones para subyugar, explotar, esclavizar y masacrar a otras.

Antes, la excusa para ello era la religión: El monoteísmo judeocristiano totalitario, que buscaba convertir  paganos y «herejes», por la fuerza si es preciso, a la «única religión verdadera». Tengamos en cuenta que en el mundo antiguo, no existía entre los paganos ese fanatismo universalista y proselitista que ha caracterizado al cristianismo abrahamítico, pues los paganos respetaban las creencias de los pueblos que conquistaban («Vive y deja vivir»). Controlaban militarmente los territorios que invadían (por tierra y peleando cuerpo a cuerpo, con honor; nada de bombardeos genocidas indiscriminados, disfrazados de «intervenciones humanitarias» como se hace hoy), y cobraban tributos (sin esclavizar económicamente a países enteros «soberanos», como hacen hoy las multinacionales a través de los bancos), pero no trataban de anular las culturas autóctonas, aunque paulatinamente estas se iban latinizando. Jamás los romanos intentaron convertir a los celtas a la religión de Júpiter, eso era algo que ni se les pasaba por la cabeza, algo completamente ajeno a la espiritualidad pagana. Y los cristianos que fueron perseguidos por el Imperio Romano durante el primer siglo de nuestra era, lo fueron exclusivamente por motivos políticos, y no por el hecho de profesar una confesión diferente. Una cosa fué el concepto antiguo de «Imperio» y otra muy distinta es el moderno imperialismo; que es por naturaleza indigno e hipócrita, y que se basa en un parasitismo usurócrata-vampírico completamente deleznable.

El racismo biológico, puramente físico (es decir materialista) y de carácter darwinista social, es una aberración que envenenó no sólo las mentes de los nazis, sino también la de los colonialistas franceses, ingleses y americanos (el bando aliado, el de los «buenos demócratas»). Recordemos que hasta bien entrados los años 60 había en EEUU leyes raciales segregacionistas que impedían a los negros sentarse junto a blancos en autobuses.

AYER

https://i0.wp.com/www.ghwk.de/2006-neu/stuermer.jpg

Publicación racista nazi «Der Stürmer», de Julius Streicher. El titular acusa a los judíos de cometer asesinatos rituales. El lema en la parte inferior reza «Los judíos son nuestra desgracia».

HOY

https://adversariometapolitico.wordpress.com/wp-content/uploads/2010/09/zjudioscamiseta.jpg?w=220

Camiseta israelí con una mujer musulmana embarazada en el punto de mira, y la inscripción «Un disparo, dos muertos»

El supremacismo xenófobo es algo que nunca se había dado en las sociedades tradicionales anteriores al iluminismo científico. Exceptuando, claro está, el racismo judío anti-gentil de matriz religioso-escatológica practicado por zelotes y talmudistas fanáticos, para los cuales (según sus propios textos) los «goyim» valen menos que un animal. Pero los judíos no son una raza en el sentido biológico; su supremacismo como digo, siempre había sido de carácter etno-cultural y religioso; hasta la secularización de su xenofobia histórica que culmina en la ideología neocolonialista del sionismo, practicada por el estado de Israel, donde la mayoría de sus líderes son ateos y jázaros (ashkenazim eslavo-túrquicos). Poco tienen que ver los antiguos israelitas bíblicos con los muy blancos Sharon, Begin, Netanyahu o con la rubia Livni. Hablan de antisemitismo cuando los principales antisemitas son ellos, que oprimen a los árabes quienes sí son auténticos semitas. En cuanto al racismo religioso están los colonos fundamentalistas de Hebrón, de Cisjordania, armados hasta los dientes como sicarios que son del celoso dios demiúrgico Yahwé, al que sirven de manera literalista ateniéndose escrupulosamente a las «perlas» que se pueden leer en el Deuteronomio. Por suerte no todos los judíos religiosos son así: También están los admirables rabinos del movimiento judío antisionista  Neturei Karta, quienes protestan enérgicamente contra las atrocidades del régimen israelí y contra la hipocresía y podredumbre de sus repugnantes lobbys. Y entre los judíos laicos que dan la cara y se oponen con vehemencia a la barbarie sionista están Norman Finkelstein, Noam Chomsky, Israel Shahak, Uri Avneri, Naomi Klein y otros; personas todas ellas valientes, decentes y honestas.

Este ensayo de Carlos Caballero sobre el racismo (al que se desenmascara como ideología moderna y antitradicional) es un documento de enorme valor cuya lectura y difusión es más que recomendable.

Adversario

PARA LEER EL ENSAYO, CLICK EN EL SIGUIENTE LINK

http://cee.110mb.com/106_racismodern.pdf

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Una respuesta a El racismo, una ideología moderna – Carlos Caballero Jurado

  1. masseti dijo:

    Cabe destacar elracismo de los anglo-cabrones….En los terriorios ocupados por españa,(no es que quiera defender al Imperio Español)existían las razas de mulatos y mestizos,es decir,la población autóctona se mezclo con negros y criollos.Esto era impensable en las colonias inglesas,donde la población debía ir incluso por aceras diferentes de sus amos británicos.heredero de esto fue el sistema de Aparheid sudafricano…

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